05 Jul ¿Qué actitud mantienes ante la vida? ¡Quédate con lo positivo!
Hoy te traigo en Coruña Coaching ¿Qué actitud mantienes en la vida? ¡Quédate con lo positivo!
A mí no me gusta el fútbol. Nunca me ha gustado. Los únicos partidos que veo son los que juega España en el Mundial, o en la Eurocopa.
Sí, ya sé que llego un poco tarde porque hace unos días que España se desclasificó y no podemos seguir jugando.
Pero no te quiero escribir sobre fútbol, sino de algo que llevo días reflexionando y que el mundial se ha encargado de mostrarme.
Y es que he alucinado con la actitud negativa que tienen algunas personas. Pero mucho. Tanto si las cosas van bien como si van mal.
Es más, antes de saberlo siquiera, ya estaban lanzando pensamientos negativos a diestro y siniestro: que menuda caca de equipo, que vamos a perder, que vamos a hacer el ridículo, que mejor irnos cuanto antes, que voy con el contrario porque son mejores, que qué vergüenza… Esto lo he escuchado antes, durante y después de cada partido.
Y repito, no soy futbolera ni tengo ni idea de fútbol. Ni tampoco se trata de si España lo ha hecho bien o mal.
El verdadero problema y de lo que te quiero hablar hoy es que este negativismo se extrapola a nuestra vida diaria.
Todos podemos ser negativos en un determinado momento, puntualmente. Pero cuando esto se convierte en una constante en nuestras vidas, ya deja de ser un comportamiento y pasa a ser una actitud.
Lo mismo ocurre cuando somos positivos.
No es la primera vez que he leído o escuchado alguna crítica al positivismo. Cosas de este estilo: menuda tontería, ser positivo es de tontos, no se puede estar todo el día feliz…
Y es que yo creo que la gente confunde ser positivo con no ver la realidad o estar todo el día en una nube de color rosa cantando canciones y repartiendo margaritas.
Y nada más lejos.
Ser positivo implica ser capaz de ver la realidad, de forma objetiva, sin autoengañarse, y sacarle la parte productiva, precisamente aunque esta no nos guste.
Porque hasta de lo malo muchas veces se pueden sacar cosas buenas. Aunque sólo sea aprender, conocernos, crecer o mejorar. No es poco, ¿no?
Ver las cosas de forma positiva nos capacita, nos empuja a actuar. Nos permite ser capaces de disfrutar del camino, aún a sabiendas de que a veces tropezaremos con piedras y nos caeremos. Nos dará el impulso para levantarnos de nuevo y continuar.
Ante cualquier situación que ocurra (sí ante cualquiera) tenemos la capacidad de elegir cómo enfocarla, cómo queremos responder ante ella, por dura que sea.
Recuerda que no elegimos lo que nos pasa, pero sí cómo pensar, sentir y actuar al respecto.
¿Por qué elegir responder desde la negatividad pudiendo hacerlo desde una perspectiva más positiva y que nos apoye?
Mantener una actitud positiva ante la vida aumenta nuestro bienestar emocional y físico, y también mejora nuestras relaciones.
Y siendo así…¿Por qué a veces las personas tienen una actitud tan negativa?
Pues creo que confluyen varios factores. Muchas veces son creencias que vienen desde la infancia. Otras veces, por falta de recursos personales para resolver alguna situación, las generamos nosotros solitos a través de las experiencias vividas.
Te pongo algún ejemplo de ellas, muchas conocidas por todos: «Piensa mal y acertarás», «Demasiada felicidad no es buena», «Uy que majo es, seguro que algo malo tiene», «Qué raro, me sale todo bien»…¿Te suena alguna?
Pero fundamentalmente, todo se resume en algo muy simple.
Las personas negativas en realidad tienen miedo, aunque sea a nivel inconsciente. ¿Lo sabías?
Por eso sienten la necesidad de «protegerse» en todo momento. ¿Y cómo lo hacen? Pensando siempre en lo peor. Porque si se adelantan a los acontecimientos pensando en lo peor creen que no van a sufrir. Y no son conscientes de que el sufrimiento se lo están generando ellos.
Tampoco se dan cuenta es de que ponerse en lo peor, sólo atrae lo peor. Y no estoy hablando de ninguna ley de la atracción mágica. Si no de que allá donde va el enfoque, va nuestra energía.
Y esa necesidad de sentirse protegidos imposibilita que vivan y disfruten del presente.
Por este motivo viven en un mundo lleno de quejas y de «peros» y les cuesta mucho más salir de su zona de confort.
Estoy convencida de que no podemos crear una vida positiva si nuestros pensamientos son negativos. Y repito, una vida positiva no es una vida sin dolor, o sin circunstancias adversas. No se trata de abstraernos y estar todo el día en plan «happy flowers».
Una vida positiva es una vida en la que pase lo que pase, seamos capaces de salir adelante fortalecidos.
De poder ver y reconocer lo que no nos gusta para convertirlo en oportunidades de crecimiento.
Por eso hoy quiero invitarte a que reflexiones sobre ti misma. Porque el primer paso para cambiar algo es tomar conciencia:
- ¿Cuando ocurre algo, tu mente se suele ir hacia lo peor?
- ¿Sabes disfrutar de los buenos momentos o estás esperando a que algo malo los estropee?
- ¿Empiezas tus proyectos enfocándote en lo positivo?
- ¿Eres capaz de darle la vuelta a algo negativo o por el contrario te enfrascas en ello una y otra vez?
Una vez que seas consciente, entonces podrás cambiarlo y elegir vivir tu vida desde un enfoque más positivo, sin miedo. Sustituyendo aquellas creencias que no te apoyan por otras que sí lo hagan y te permitan crecer. Eligiendo hábitos positivos que enriquezcan tu vida y no te resten. Disfrutando del presente.
Coruña Coaching espera que ¿Qué actitud mantienes ante la vida? ¡Quédate con lo positivo! te haya ayudado a reflexionar sobre el tema y te anime a cambiar el enfoque cuando veas que la negatividad se está convirtiendo en una constante en tu vida.
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