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El rencor : 5 claves para gestionarlo

Hoy en Coruña Coaching quiero hablarte sobre  El rencor: 5 claves para gestionarlo. Hacía tiempo que lo tenía pendiente y hoy  he decidido ponerme manos a la obra.

Y he pensado en ello porque en muchas sesiones de Coaching sale el tema del rencor, ya que todos nosotros, en algún momento de nuestra vida hemos pasado por ello.

Yo hace muchos años reconozco que lo sentí. Es una carga emocional muy incómoda y dañina. Alguien hace algo o se comporta de una manera que tú no esperabas y de repente, ahí está. Aparecen una serie de emociones, y si no se trabajan y gestionan bien, se enquista, impidiendo que puedas soltarlo y ser feliz.

Porque por mucho que nos haya hecho el otro, el rencor sólo daña a quien lo siente. Así que hoy quiero explicarte brevemente cómo se conforma, para que te resulte mucho más fácil entenderte,  gestionarlo y liberarte de él. Para continuar con tu vida, para ser más feliz.

¿Recuerdas cuando te hablé de la culpa en este post? Pues bien, el proceso es muy parecido, pero esta vez en vez de tratarse de nosotros, entran en juego los demás y la percepción o expectativas que hemos puesto en ellos.

Todos, consciente o inconscientemente, nos creamos expectativas con respecto a los demás: «las amigas se comportan así», «si me quiere hará esto», «es su deber como madre/padre», «con lo que yo he hecho por él», «pongo la mano en el fuego por ella»…¿Te suenan estas frases?

Pues eso, en función de nuestras propias creencias, experiencias y valores, de una u otra manera, creemos que los demás deben responder o comportarse con nosotros tal y como nosotros pensamos.

Podríamos hablar entonces de un  «Tú real» (tal y como es el otro, con sus propias, experiencias, creencias, sistema de valores, etc) y un «Tú ideal» (la imagen del otro que me he creado yo solita, mis expectativas).

Y partiendo de esto, en la relación con el otro, se pueden dar 3 situaciones:

1.- Tú real = Tú ideal: situación de neutralidad, sin cargas emocionales. La otra persona se comporta como yo la percibo, como pienso que es.

2.- Tú real > Tú ideal: Cuando apenas pongo expectativas en el otro, y el «tú real» supera con creces mi percepción, se produce satisfacción, unión, acercamiento.

3.- Tú real < Tú ideal: Cuando el otro no se comporta tal y como yo espero, según mis expectativas. Su comportamiento no se corresponde con la imagen que tengo de él. Aquí es cuando aparece el rencor, que está conformado por las siguientes emociones: enfado, sorpresa y asco.

Una vez que sabemos cómo se conforma, me encantaría compartir contigo estas  5 claves para gestionar el rencor :

1. La primera y más importante, para evitar el rencor antes de que se produzca, es no poner expectativas en los demás. Sí, sé que suena muy difícil, pero de la misma manera que podemos trabajar las expectativas, los «debería» que nos imponemos a nosotros mismos, podemos hacerlo con los demás. Generar expectativas, desear que la otra persona sea de tal o cual manera, además de una fantasía, es no respetarle.

 

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Toma conciencia de qué esperas del otro, de si realmente estás respetandole o proyectando tus propias creencias y gustos en él. Eso no significa que te encante todo lo que veas, pero sí que le respetas tal y como es.

Te ayudará mucho plantearte este tipo de preguntas:¿Porqué esa persona debería actuar como a ti te gustaría? ¿Realmente solo hay una manera de hacer las cosas?

Todos, empezando por nosotros mismos, tenemos derecho a ser y sentirnos libres, sin ir por la vida cargando con lo que los demás esperan de nosotros. Así que lo que quieras para ti, concédeselo también a quien tengas al lado.

Muchas veces, el otro, no es ni consciente de ello. Damos por hecho que el otro va a reaccionar tal y como deseamos sin ni siquiera decírselo.

En cuántas ocasiones (me vienen a la cabeza las relaciones de pareja, pero podría aplicarse a cualquier relación) nos quedamos sentados esperando a que nuestra pareja haga o diga tal cosa (que no es más que la película que nos gustaría) y si no lo hace sentimos una decepción enorme. Damos por hecho que esa persona tiene que adivinar lo que queremos, porque «es lo normal» o es «lo que yo haría».

Pero…¿Le hemos dicho que esperamos en concreto tal o cual cosa? ¿Que nos gustaría mucho? No. Porque además, esas cosas «tienen que salir de esa persona»…¿Te suena de algo? Resultado: decepción, resentimiento, rencor…

2. Poner límites: otra cosa es que tengas que tragar con cosas que no te gusten o dejar de poner límites a los demás. Hay una gran diferencia. Sé asertivo. Puedes decirle al otro qué necesitas o cómo te gustaría, por ejemplo, que te tratara la próxima vez. O incluso, si esa forma de actuar, ser, pensar, no te gusta o te perjudica, eres libre de alejarte de esa persona. Tú eliges quien entra en tu vida. En Asertividad: Respeto y Autoestima  y  Trabajando la Asertividad: tienes derecho a decir no puedes leer más sobre ello.

3. Comprensión: cuando alguien ha hecho algo que nos daña, se trata de comprender qué le impulsó, qué recursos tenía, desde dónde lo hizo…Sigue siendo responsable de lo sucedido (no se trata de justificarle), pero comprender su situación emocional nos ayuda a entender (no compartir) lo que ha ocurrido.

4. Aceptación: de la situación, tal y como es. El resultado puede que no nos guste, pero hay que aceptarlo. Para poder dejar atrás el pasado y dar un paso hacia adelante. Resistirnos a ello sólo va a generarnos más sufrimiento, más rencor. Te hablé de ello aquí.

5. Perdón: perdonamos a la persona, para liberarnos nosotros mismos. Solemos entender el perdón como dirigido hacia el otro, pero realmente cuando perdonamos al otro, quienes soltamos la carga emocional, somos nosotros. Nos quedamos en paz.

Muchas veces nos cuesta perdonar, porque pensamos que al hacerlo, le estamos otorgando a la otra persona una libertad que no merece. Otras veces, nos aferramos al rencor y hacemos de él nuestra bandera, así podemos mantener esa posición de víctimas ante el daño recibido.

Pero sea como sea, la única persona que sale perjudicada eres tú. La otra persona continúa con su vida, en muchas ocasiones ajena a tu rencor, y si tenemos que ser abanderados de algo que sea de ser libres y felices.

Coruña Coaching espera que El rencor: 5 claves para gestionarlo te haya servido para entenderte un poco mejor y sobre todo, para que puedas liberarte de esta carga tan pesada. Sentir rencor es como ir por la vida con brasas en las manos. Lo bueno, es que tomando conciencia, puedes elegir soltarlas. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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